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Autoridades, expertos y representantes estudiantiles coincidieron en valorar la nueva PAES

El miércoles 21 de diciembre se realizó el Debate: Presente y Futuro del Sistema de Acceso a las Universidades, en la Casa Central de la Universidad de Chile. El encuentro, organizado por el DEMRE y la Subsecretaría de Educación Superior, congregó a distintos representantes del mundo político y social, además de académicas y académicos, quienes revisaron los cambios en el Sistema de Acceso y proyectaron posibles modificaciones e ideas de futuro.

En el panel del Debate participaron la diputada de la República Camila Rojas; el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex ministro de Educación, Harald Beyer; la directora del Laboratorio de Educación del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, Salomé Martínez; la directora general de Análisis Institucional y Desarrollo Estratégico de la UTEM y ex subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, y la presidenta de la FEUC y vocera de la CONFECH, Sabina Orellana.

En 2016 se llevó a cabo un seminario, en el que expertos en educación, además de autoridades y representantes estudiantiles se sentaron en una mesa a discutir ampliamente sobre el Sistema de Acceso a las Universidades que existe en Chile.

En esa oportunidad se reconoció que se debía cambiar la entonces Prueba de Selección Universitaria (PSU) por una con menos sesgos y que midiera las habilidades de las y los jóvenes, por sobre los conocimientos. También se pedía saldar la deuda con la educación Técnica Profesional y ampliar la inclusión en el acceso a las instituciones, entre otras demandas que, luego de seis años, han encontrado cabida y se han concretado, en pos de la equidad y justicia educativa.

Este 2022 se aplicó, por primera vez, la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) centrada, justamente, en las habilidades; se aplicó la prueba de invierno, para ampliar las posibilidades de ingreso, y se cambiaron los criterios que definían los Puntajes Nacionales por unos basados en el reconocimiento de las trayectorias educativas, entre otros importantes cambios al Sistema de Acceso. Para discutir sobre los efectos de estas transformaciones y los caminos por seguir se realizó el Debate: Presente y Futuro del Sistema de Acceso a las Universidades, el pasado miércoles 21 de diciembre, en la Casa Central de la Universidad de Chile.

En la instancia que congregó a académicas y académicos, además de representantes del mundo político y social, participó la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés; la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa Huencho, y la directora del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) de la Universidad de Chile, Leonor Varas.

Además, la actividad contó con un panel de discusión, moderado por la periodista Paula Molina, e integrado por la diputada de la República, Camila Rojas; el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez y ex ministro de Educación, Harald Beyer; la directora del Laboratorio de Educación del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile, Salomé Martínez; la directora general de Análisis Institucional y Desarrollo Estratégico de la UTEM y ex subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga; y la presidenta de la FEUC y vocera de la CONFECH, Sabina Orellana. A grandes rasgos, todos manifestaron su conformidad con los cambios que se están llevando a cabo, especialmente con la implementación, a contar de este año, de la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), calificada coincidentemente en términos positivos.

La rectora Rosa Devés recordó que, a diferencia del 2016, ahora “existe conciencia de que la ampliación del acceso a la Educación Superior es condición para la construcción de una sociedad diversa y plural, capaz de contribuir al bienestar de todas y todos”.

Por lo mismo, enfatizó que “el valor del sistema de acceso es enorme: permite alinear y dar coherencia a las políticas de admisión de las instituciones participantes, tomar acuerdos, poner dirección y, también, colaborar y aprender a nivel institucional”.

En tanto, la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa, celebró el proceso de cambios y destacó el rol que juega Acceso Mineduc a la cabeza de un sistema en que participan 45 universidades, además de las diferentes vías de acceso que se han ido fortaleciendo para que las y los estudiantes puedan ingresar a la educación superior.

Sobre el Debate, comentó que “estos espacios de diálogo permiten conocer las diversas vías de mejoras a través de los diferentes actores del sistema educativo. En este sentido, valoramos mucho los desafíos planteados por actores que cumplen un rol fundamental para la educación, con el fin de transitar a un acceso a la educación superior más justo, equitativo y con mayores oportunidades para todas y todos los estudiantes de los diversos territorios a lo largo del país” manifestó. Además, agregó que para el actual gobierno “esto es primordial, y desde nuestra Subsecretaría queremos velar por un mejor funcionamiento, que se nutra de diferentes enfoques, que ponga en el centro a las y los postulantes y sus trayectorias educativas y de vida”.

En esa línea, la directora del DEMRE, Leonor varas, afirmó que la labor de la institución que encabeza es, justamente, “abordar los desafíos del futuro preparando herramientas y ampliando el espacio de soluciones factibles para problemas que no son fáciles”.

Por esa razón, dijo, “desde el 2017 comenzamos a desarrollar estas nuevas pruebas que permitieron reemplazar la PSU, cuando su continuidad era insostenible”. Además, recordó que a partir del 2018 el DEMRE trabajó junto a la Unidad de Currículum y Evaluación del Ministerio de Educación, y a expertos nacionales e internacionales, con el objetivo de reducir los extensos contenidos que evaluaba la PSU y, así, otorgar espacio a la evaluación de las habilidades y evitar preguntar aquello que una parte de la población no tenía la oportunidad de aprender. Con este enfoque se construyó la PAES, la que Varas definió como “una prueba más justa y de mayor calidad, pero que no puede borrar las inequidades previas de nuestro sistema educacional”, sentenció.

En ese contexto, Leonor Varas adelantó que el DEMRE actualmente se encuentra ejecutando el proyecto “Admisión universitaria más allá de la selección” (FONDEF IDeA I+D), que permitirá “desarrollar una caracterización de niveles de desempeño en las PAES, lo que informará acerca del nivel de preparación de las y los postulantes para diversas carreras, para un sistema de admisión universitaria que no descarte a quienes pueden concluir con éxito estos estudios”.

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Cambios positivos

Durante el debate se discutieron varios temas, entre ellos el valor del sistema centralizado de ingreso a las universidades adscritas al Sistema de Acceso. Respecto de ello, la ex subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga, valoró la importancia de este procedimiento y abogó para que siga perfeccionándose. “Si no hubiera un sistema centralizado, todas las alternativas, sin duda, serían mucho peores. Si cada institución desarrollara el propio, sería un sistema opaco”, comentó.

Salomé Martínezdirectora del Laboratorio de Educación del Centro de Modelamiento Matemático (CMM) de la Universidad de Chile y una de las integrantes del comité de expertas nombrado por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) que recomendó cambios a la PSU en 2018, aplaudió lo logrado tanto en las nuevas pruebas, como en la gobernanza de la institucionalidad del sistema centralizado.

La académica destacó la aplicación de la prueba de invierno, que definió como “algo muy sentido por el sistema escolar”. Además, explicó que ahora y “de acuerdo a cómo se están calculando los puntajes (ya no se aplica la normalización que asumía que todas las cohortes eran similares), el sistema será mucho más flexible y permitirá que algunas pruebas puedan rendirse, incluso, en 3º Medio”, destacó Martínez.

En la misma línea, Harald Beyer, rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, manifestó que los cambios en la prueba eran inevitables, porque “la introducción de la PSU fue un gran error y por una razón muy sencilla: se confundió un objetivo escolar con uno de admisión a las universidades. Al confundirse generó una prueba que, yo creo, no era demasiado confiable”.

El ex ministro de Educación enfatizó que ese error se está corrigiendo. "La PAES es una prueba más confiable y más válida que las anteriores, eso ha quedado bien establecido. El tipo de habilidades que intenta capturar, son habilidades que hoy son indispensables para un buen desempeño en las universidades”, indicó.

La opinión fue compartida por la diputada e integrante de la Comisión de Educación de la Cámara, Camila Rojas, quien señaló que tiene una “profunda valorización de la PAES y del sistema centralizado”, porque éste no permite los desequilibrios y brechas de la educación escolar chilena: "Valoro la PAES, principalmente porque creo que la PSU era una muy mala prueba. Esta introducía sesgos extras a las inequidades previas que ya teníamos en el sistema, como sesgos de género, de clase o discriminación hacia los estudiantes (de establecimientos) técnico profesionales”.

“La nueva prueba”, agregó la diputada, “se hace cargo de solucionar dichas inequidades y en ese sentido, debemos valorar la PAES, precisamente, por reducir los contenidos y por poner a disposición más de una fecha para rendir la prueba, lo que disminuye el estrés, el que sabemos que impacta más en las mujeres y en los estudiantes más desaventajados económicamente. Haberse hecho cargo de todas estas situaciones es, sin duda, un valor tremendo", afirmó. 

La presidenta de la FEUC, Sabina Orellana, planteó la necesidad de que esta nueva PAES cuente con un proceso de constante revisión. “Como estudiantes creemos que el Consejo de Rectores tiene una deuda con nuestro país. En ese sentido, de cara a esta nueva prueba, es importante que no se cristalice y que esté en una constante revisión. Algo que nosotros criticamos mucho con la PSU fue que había una especie de defensa corporativa, que no permitía hacerle modificaciones, aun cuando las falencias eran claras, tanto en informes nacionales e internacionales. En esa misma línea, en esa constante revisión es importante que haya una participación estudiantil”, indicó Orellana. 

Sus palabras fueron escuchadas y respondidas en la actividad por la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, quien comprometió su esfuerzo para  que esa situación no vuelva a ocurrir.

Ser ambiciosos en la búsqueda de nuevos mecanismos de acceso

Otro de los temas que generó amplia discusión fue la equidad en el acceso a la educación superior. Al respecto, la diputada Rojas comentó que es necesario pensar y tener otros mecanismos alternativos de acceso, aparte de las pruebas. “No creo que podamos exigirle solo a una prueba y a un sistema centralizado de selección, las soluciones a las inequidades que tiene nuestro sistema de educación”, dijo.

En ese contexto, Salomé Martínez, indicó que cada día hay más cuotas de ingreso, como “el programa PACE que ha aumentado la cobertura, o las cuotas de género en carreras de ingeniería”, por ejemplo. No obstante, insistió que se puede ser más ambiciosos en este tema, porque en las zonas extremas del norte y sur de Chile hay problemas que no se solucionarán con los instrumentos existentes; como ejemplo, citó la falta de jóvenes que desean estudiar pedagogías. “Ahí, quizás, se necesita una política que vaya más allá de las cuotas. Se necesita una política de detección de talentos, porque el problema es bien complejo y tener profesoras y profesores es una necesidad a nivel país”.

Siguiendo a la académica Martínez, Valentina Quiroga enfatizó que en adelante se deben enriquecer los mecanismos de acceso complementarios.

“Por ejemplo, uno podría tener elementos menos homogéneos para todas las poblaciones, a partir de la información por nivel de desempeño. Con esto, uno podría aplicar cuotas para determinadas áreas del conocimiento y evaluar otro tipo de herramientas para otros sectores. Lo importante es mirar cuáles son las necesidades de la sociedad, qué es lo que se exige al sistema educacional en determinado contexto y cómo el sistema de acceso se hace cargo de aquello”, explicó.

En este tema, el rector Beyer hizo un alcance: “Es indispensable experimentar con mecanismos complementarios de acceso, pero hay que hacerlo evaluando sistemáticamente cuáles son los resultados de esos mecanismos”, dijo. El ex ministro ejemplificó con el programa PACE, al que calificó como “una buena idea, pero que no tiene una evaluación acabada ni bien hecha sobre el real impacto del instrumento”.

Por lo mismo, llamó a “estudiar con mucha precisión estas políticas experimentales y tentativas de cuotas, para saber exactamente qué es lo que funciona y qué no, porque podemos ir convirtiendo el Sistema Centralizado de Admisión y obtener una situación que, al final, es más dañina desde el punto de vista de la equidad y el acceso a la educación superior de lo que tenemos hoy”.

Desde la FEUC, Sabina Orellana criticó la labor de las universidades en ese ámbito. La también vocera de la CONFECH dijo que las instituciones “hacen una especie de voluntariado que presta ayuda a los estudiantes, pero no hay una institución universal detrás que analice las brechas con las que llegan las y los jóvenes a la educación superior”.

Planteó que sería ideal “que las universidades abracen a las y los estudiantes y que las cuotas no se queden solo en el acceso, sino que los acompañen dentro de la educación superior. Tiene que ser un acompañamiento completo de las universidades, porque la idea es orientar cambios de raíz que permitan democratizar más el acceso a la universidad o a centros técnicos profesionales que están, incluso, más invisibilizados”, terminó.