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La talquina que a los 77 años terminó su enseñanza media y rindió la PAES

Rosa Molina concretó uno de sus sueños. Incentivada por hijos y nietos se atrevió a cursar su enseñanza media durante los tiempos de pandemia y culminó sus estudios con un promedio de 6,3. “Siempre decía que algún día se lograría, y se logró”, señala. La “yapa”, dice, fue dar la prueba en noviembre pasado, transformándose en la mujer de mayor edad en rendirla.

“Éramos 8 hermanos, yo era la mayor y como éramos muchos, para la educación no alcanzaba. Me casé, le dije muchas veces a mi esposo que quería seguir estudiando, pero me decía que no porque tenía que cuidar a mis 3 hijos”. Así relata parte de su vida Rosa Molina Rojas, una mujer de Talca que, a sus 77 años, pudo finalmente concretar su sueño de finalizar su enseñanza media y rendir la PAES a fines de noviembre pasado.

Su historia, señala Rosa, es común para muchas personas que por diversas razones han visto postergado su deseo de concretar alguna meta. En este caso, sus hijos y nietos fueron quienes la motivaron a concretarla. “Siempre había querido hacer la enseñanza media y nunca había podido. Mi nieto, que estudia medicina, me incentivó y me dijo que yo podía hacerlo”, señala.

Rosa completó su enseñanza básica en la década de 1950. En esos años, estudiaba y cuidaba a sus hermanos menores ayudando a su madre enferma. “Mis papás decían que tenía cuidar a los hermanos y por eso no podía seguir estudiando”, relata.

El tiempo pasó, crió a sus hijos y ahora disfruta de sus 5 nietos que ya egresaron o están estudiando en la universidad. Y este espíritu de superación fue un incentivo para ella. “Como abuelita, son fuente de orgullo. Mis nietos son muy importantes en esto. Tengo uno publicista, otra que es profesora diferencial, otro estudia medicina, realmente todos muy dedicados”, confiesa.

Así fue como en 2021, en plena pandemia, ingresó a estudiar al colegio Piaget en la modalidad 2x1, es decir, dos cursos por año. Y el desafío fue asistir a las clases a través de internet.
“Fue difícil, pero no imposible. Cuando uno quiere, se puede. Para el manejo de la tecnología, el computador y todo eso, tuve ayuda de mis nietos con los que vivo. Mi nieto me conectaba y yo seguía mis clases. Después me conectaba sola”, detalla.

Sin embargo, lo más emotivo fue su reencuentro con los cuadernos: “Más de 60 años que no tomaba un cuaderno. Fue bonito. Me costó bastante, pero como yo quería, lo logré. La materia que más me costaba era inglés, porque me costaba la pronunciación. Y la que más fácil me resultaba era historia”.

Durante este 2022, su segundo año de estudios, gracias al desconfinamiento progresivo finalmente pudo asistir presencialmente a clases, un reencuentro muy esperado por ella. “Hace muchos años que no me sentaba en un pupitre. Los profesores demostraban preocupación por enseñarme, sin embargo, las notas me las ganaba sola”, aclara, aunque sí admite que le costó adaptarse y eso provocó que estuviera a punto de abandonar, pero todos en su familia insistieron para que continuara.

Rendir la PAES

Rosa egresó con una nota de 6,3 y ayudada por su cuñada pudo inscribirse a la primera versión de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). Para ella, rendir la prueba en noviembre pasado fue la culminación en esto de cumplir una meta importante en su vida.

“En mi sala, en la Escuela Industrial de Talca, me tocó rendir con gente mayor. Aunque yo era la de mayor edad de ese grupo. Encontré difícil las preguntas, pero contesté todo”, cuenta emocionada Rosa.

A pesar de haber rendido la prueba, no contempla entrar a la educación superior. “Estudiar en la universidad no está como objetivo, ya que me costaría más. Con esto que logré ya es suficiente y estoy muy contenta”, concluye.

Agradecemos a la familia de Rosa Molina por ayudar en esta entrevista.