Secretaria de Admisión de Viña del Mar fue reconocida como una de las “100 Líderes Mayores”
Berenice Flores Olguín acaba de obtener tal distinción por su trabajo y dedicación a la educación pública. Con más de seis décadas de trayectoria, la también directora del Colegio República de Colombia habla sobre su labor durante los procesos de admisión y las transformaciones que han experimentado.
![Secretaria de Admisión de Viña del Mar, Berenice Flores Secretaria de Admisión de Viña del Mar, Berenice Flores](../images/noticias-423-berenice-flores.jpg)
A sus 79 años, la profesora y directora del Colegio República de Colombia de Viña del Mar, Berenice Flores Olguín, ha consagrado su trabajo en la educación pública. Desde que terminó su formación en Matemáticas en la Universidad Católica de Valparaíso, Berenice volcó sus esfuerzos en liceos de distintas modalidades, tanto diurnos como vespertinos.
Esta vocación ha sido reconocida en múltiples ocasiones: en 2005 recibió el Premio a la Excelencia Docente, la Orden al Mérito Docente y Cultural “Gabriela Mistral”, y su inclusión en la lista de las “100 Mujeres Líderes” de ese año. Casi una década más tarde, Flores fue reconocida en diciembre de 2024 como una de las “100 Líderes Mayores”, distinción otorgada por la Fundación Conecta Mayor UC, El Mercurio y la Universidad Católica, que destaca a personas mayores que han liderado e impactado positivamente en sus comunidades.
Con seis décadas de trabajo, la mitad de ese tiempo ha sido directora del Colegio República de Colombia en Viña del Mar, donde ha impulsado diversos proyectos educativos que han llevado al establecimiento a obtener reconocimientos como el Premio a la Excelencia Académica en 2002, otorgado por el Ministerio de Educación. Es allí cuando su relación con el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) comenzó.
La designación
Era junio de 2007 cuando recibió una llamada telefónica desde el DEMRE con una invitación a una reunión. El entonces director, Lautaro Cisternas, junto con dos personas más, visitó a Flores para explicarle en detalle en qué consistía el trabajo de la institución y, específicamente, para proponerle el cargo de Secretaria de Admisión.
Entre las responsabilidades del puesto, según detalla el decreto que Flores aún conserva, estaba “participar en el proceso de admisión a las universidades del Consejo de Rectores, permitiendo que los interesados accedan de forma oportuna y segura a las diversas etapas del proceso”. Además, el documento subraya que esta labor debía realizarse “como una colaboración hacia la comunidad educacional”.
Tras conocer las responsabilidades y competencias del cargo, cuenta que aceptó el desafío por motivos personales y profesionales, formalizándose su nombramiento el 14 de junio de 2007 mediante un protocolo enviado desde el Departamento Jurídico del DEMRE, con la firma del rector de la Universidad de Chile de la época, Víctor Pérez. Dicho documento designaba a Berenice Flores Olguín como Secretaria de Admisión en la ciudad de Viña del Mar, marcando el inicio de una relación con el DEMRE que se extiende por más de 15 años.
“El primer año tuve una densidad poblacional tremendamente grande porque me tocó Villa Alemana, Quilpué, Viña del Mar, Concón, Quintero y Puchuncaví. Era una cantidad enorme de comunas, pero gracias a la voluntad de muchas personas que me apoyaron, logré salir adelante”, recuerda Flores, quien un año más tarde entregó la jurisdicción de algunas comunas, quedándose con Viña del Mar, Concón, Quintero y Puchuncaví hasta la fecha.
En este rol, las secretarías de admisión se concentran en identificar y habilitar establecimientos que cumplan con las normativas necesarias para que los estudiantes puedan rendir la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) en óptimas condiciones y apoyan en la gestión que permite la contratación de examinadores. Así, dice Flores, este crecimiento hoy deja a Viña del Mar con 13 locales de rendición habilitados, Concón con tres, Quintero con dos y Puchuncaví con uno.
“Ha sido un trabajo muy bonito porque me ha tocado interactuar con distintos directores de establecimientos, tanto particulares como particulares subvencionados, abriendo más establecimientos y generando que esta zona crezca”, valora la Secretaria de Admisión, “Nunca hemos tenido dificultades con algún local y ha sido una gran labor”, resume.
Las transformaciones
Para Berenice Flores, el Proceso de Admisión no solo representa una labor administrativa, sino también un momento cargado de expectativa, tanto para las y los postulantes como para sus familias, en que el DEMRE ha experimentado diversas transformaciones que buscan estar al día con las necesidades de los y las jóvenes.
Así, para garantizar un proceso inclusivo y moderno, Flores describe cómo el DEMRE ha evolucionado desde 2007, integrando nuevas unidades y herramientas. Entre los avances que destaca se encuentran la implementación del uso de nombre social y la habilitación de un mayor número de salas para postulantes en situación de discapacidad y/o con necesidades educativas especiales, evidenciando un compromiso con la accesibilidad.
“Todo fluye para que cooperemos y seamos responsables en este proceso. Es un momento de muchas esperanzas y a eso también tenemos que darle importancia. Por eso, los locales están lo mejor posible y durante el reconocimiento de salas los recibimos en la puerta; aunque sea algo natural, tratamos de que sea muy ameno, muy cordial y amigable”, relata.
Además, reflexiona sobre los cambios en los instrumentos de evaluación, desde la Prueba de Aptitud Académica (PAA), pasando por la Prueba de Selección Universitaria (PSU), hasta la actual Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). “Los procesos cambian, porque las necesidades del país se van transformando. Van cambiando las carreras que emplean, también las universidades, o sea que van de acuerdo a los tiempos. Hoy hay mayores facilidades que antes en este proceso de admisión a las universidades”, concluye Flores.