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Proyecto FONDEF presentado por el DEMRE fue el mejor evaluado entre los 16 adjudicados a la Universidad de Chile

El proyecto, titulado “Admisión universitaria más allá de la selección”, fue la quinta propuesta mejor calificada entre los 111 proyectos FONDEF adjudicados a nivel nacional. Su objetivo es desarrollar una caracterización de los niveles de desempeño en las Pruebas de Acceso a la Educación Superior (PAES), para informar sobre el nivel de preparación de las y los postulantes.

Proyecto Fondef presentado por el DEMRE fue el mejor evaluado entre los 16 adjudicados a la Universidad de Chile

En su constante búsqueda por aportar a un Sistema de Acceso con mayor inclusión, equidad y justicia, el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) de la Universidad de Chile, acaba de adjudicarse un nuevo Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF IDeA I+D) para desarrollar el proyecto “Admisión universitaria más allá de la selección”.

Esta propuesta obtuvo la mejor evaluación entre las 16 adjudicadas a la Casa de Bello, mientras que obtuvo el quinto lugar entre los 111 proyectos adjudicados a nivel nacional (85 genéricos y 26 temáticos). Un importante logro que permitirá desarrollar una caracterización de los niveles de desempeño en las Pruebas de Acceso a la Educación Superior (PAES), con el objetivo de informar acerca del nivel de preparación de las y los postulantes para ingresar a distintas carreras y concluir con éxito sus estudios.

Este proyecto se contextualiza en que actualmente en el sistema universitario a nivel global no se llenan las vacantes ofrecidas y existe una tasa de retención al segundo año universitario que podría mejorar. “Estos problemas no se solucionan solo con las mejoras en justicia y equidad de las pruebas de acceso”, sostiene la directora del DEMRE, Leonor Varas. “Son inequidades educativas previas que deben tratarse de manera distinta”, afirma.

Con aquellos antecedentes, la jefa del Área de Instrumentos del DEMRE, Daniela Jiménez, junto a su equipo, elaboraron este proyecto que describirá cuáles son las habilidades y conocimientos de las personas que obtienen ciertos rangos de puntaje.

“Al conocer qué significa, por ejemplo, 500 o 600 puntos, en términos de lo que el estudiantado sabe hacer o los conocimientos que maneja, se abre la puerta para que aquellas universidades que estén interesadas puedan pedir cumplimientos de requisitos mínimos y, así, completar cupos que, ahora, no se están llenando, como es el caso de las carreras de Pedagogía”, afirma Jiménez.

Cambio en la metodología

La posibilidad de plantear una propuesta de esta naturaleza se concretó gracias al cambio en la metodología de cálculo de puntajes que se comenzó a emplear desde la pasada Prueba de Invierno (en julio de este año) junto con la modificación de la escala de puntajes, la que ahora va de 100 a 1.000 puntos. Esta metodología, que utiliza la Teoría de Respuesta al Ítem (IRT, por su sigla en inglés) para asignar puntajes, permite la equivalencia entre los puntajes obtenidos en diferentes aplicaciones y la interpretación de los mismos.

Tomándose de esto último, “se desarrollarán descripciones preliminares de niveles de desempeño que alinearán lo empírico y lo teórico en ‘mapas’ que caractericen los niveles de preparación académica de los postulantes”, detalla Daniela Jiménez, quien añade que con esta información se “crearán los niveles de desempeño suficientes para la admisión en general como para carreras de diversa exigencia”, continuó.

“En el fondo, los niveles darán flexibilidad, porque las instituciones podrán decir, por ejemplo, que los estudiantes podrán entrar a sus carreras por los resultados regulares de la PAES, por el nivel de desempeño en ciertas pruebas, o si cumplen ciertos criterios y requisitos. En definitiva, lo que queremos es ofrecer información que sea útil para que las universidades puedan tomar mejores decisiones en el futuro y, así, emparejar la cancha”, explica Jiménez.

Cuotas

Con todo, el proyecto posibilitará “la ampliación de la política de cuotas para poblaciones subrepresentadas en el sistema universitario, de manera responsable, y contribuir a resolver el problema de las vacantes que no se llenan”, explica Leonor Varas.

Lo anterior, porque “las instituciones tendrán la información previa del conocimiento académico de los y las estudiantes que ingresen a sus carreras, lo que posibilitará nivelar, retener y graduar exitosamente a estos jóvenes”, finaliza Daniela Jiménez.

El proyecto Fondef IDeA I+D “Admisión universitaria más allá de la selección” tiene un plazo de dos años para su ejecución.